- La limitación en el precio de la luz aprobada por el Gobierno no se notará hasta la factura de junio
- El precio podría llegar a caer entre un 30% y un 40% respecto a los niveles actuales
- Un tercio de los hogares y siete de cada diez empresas serán los que asumirán el coste del topar el gas inicialmente
«Un mecanismo histórico y temporal» permitirá reducir los precios de la luz entre un 30% y un 40% respecto a los niveles actuales durante un año. El tope al gas aprobado por el Gobierno abaratará las facturas de millones de familias y empresas.
Con este mecanismo eliminamos el efecto contagio del gas al resto de tecnologías.
explicaba la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este viernes tras el Consejo de Ministros. Solo se pagará a precio de gas la electricidad producida en las centrales de gas.
Esa es la gran novedad que introducen los cambios. Una especie de «paraguas» que nos permitirá capear mejor la volatilidad que se vive en los mercados energéticos y que está lejos de desaparecer: el gas muy probablemente va a seguir caro durante bastante tiempo.
¿Qué significa en la práctica limitar el precio del gas?
Aunque la medida afecta al gas, el efecto se produce en el mercado de la electricidad, donde este combustible dejará de marcar el precio caro para todo el sistema. Las centrales de ciclo combinado cobrarán al coste que marque el gas en su mercado, pero el resto de plantas ya no.
- La luz generada con agua, viento, sol y nuclear se remunerará a un precio máximo de 130 euros MWh, calcula el ministerio de Transición Ecológica. Este sábado, por ejemplo, la luz costará de media 191 euros /MWh. La diferencia es considerable: un 31%.
- ¿Por qué esos 130 MWh? Es más o menos lo que costaría producir electricidad quemando gas si este combustible costara 40 euros. Por eso se habla de topar el gas a ese nivel.
- ¿A qué precio está el gas ahora? Casi el doble y lleva por encima del tope marcado por el Gobierno desde el pasado mes de agosto.
¿Cuándo bajará la luz?
En la factura de junio. Aunque el mecanismo esté aprobado por el Consejo de Ministros, ahora tiene que ratificarlo la Comisión Europea. Pueden tardar «días, dos semanas…». Así que el primer efecto notable llegará con un mes de retraso frente a lo inicialmente previsto por el Gobierno.
También se retrasa su impacto en la inflación. Esta es la medida más contundente de todas las aprobadas por el Ejecutivo para tratar de reducir el crecimiento del IPC, en el 8,3% en abril.
¿Quién lo notará más?
La bajada del precio de la luz será inmediata para los hogares y negocios que paguen la electricidad en función de lo que marca el mercado mayorista cada día y a cada hora. ¿Quiénes y cuántos son?
- Todos los consumidores que tengan tarifa regulada: el 37% de los hogares y el 70% de las empresas, según los datos del Gobierno. Son estos clientes los que más han sufrido también el incremento del precio de la luz en los últimos meses.
- Para los clientes en el mercado libre con una tarifa fija, y que ahora son mayoría, la bajada de precio tardará algo más. Se debería materializar cuando les toque renovar el contrato con su compañía.
Es posible que algunos familias todavía no sepan en qué mercado tienen contratada la luz. Para averiguarlo hay que buscar una factura y fijarse en los «datos del contrato». Bajo el titular y la dirección del domicilio suele figurar el nombre del contrato. El del mercado regulado se llama «PVPC».
¿Quién paga todo esto?
A la centrales de gas, cuando entren en funcionamiento, habrá que pagarles al precio que diga el mercado (y sabemos que puede variar mucho). En abril cubrieron el 9% de la demanda de luz. En marzo, el 13%.
La diferencia (entre el tope fijado por el Gobierno en los 40 euros MWh y el precio real del gas) correrá a cargo de los consumidores, pero no de todos inicialmente.
Pagarán los que «se vayan beneficiando del mecanismo», explicaba Ribera. Es decir, los consumidores que están en el mercado regulado: el 37% de los hogares y el 70% de las empresas. «En todo caso, incluso pagando este coste sabemos que se produce un beneficio neto», insistía la ministra sin aportar ningún número. Aunque se pague la parte de gas a precios de gas, la rebaja de precios que generará el desacople del resto de los kilovatios compensará, dice el Gobierno.
En la medida en la que los clientes del mercado libre renueven sus tarifas y estas sean más baratas gracias al mecanismo del Gobierno, también se incluirán la lista de consumidores que costean el tope del gas. Habrá más hogares entre los que dividir la factura.
¿Vamos a pagarle la luz más barata a los franceses?
Es uno de los efectos colaterales de aplicar el mecanismo. España trató de maniobrar para evitarlo pero la Comisión no le dejó diferenciar precios. La ley de la oferta y la demanda hará que, si la luz es más barata en España, aumentarán las compras de los consumidores franceses.
El Gobierno reconoce que lo previsible es que aumenten las exportaciones de electricidad subvencionadas por los consumidores españoles. Europa permitirá destinar las «rentas de congestión» de los franceses (una especie de peaje por esa circulación de electricidad) a compensar este efecto colateral.
De todas formas ese intercambio tiene un límite físico: la propia interconexión entre ambos países tampoco es muy elevada. Es un efecto, digamos, acotado por las características de la red.
¿Qué les pasa a las eléctricas?
En principio, ingresarán menos que ahora. «Esto supone una reducción muy significativa de los beneficios extraordinarios de aquellas compañías con costes de produccion muy bajos». Es decir, eléctricas con plantas de generación muy baratas que cobraban a un precio de gas por las nubes.
En el sector hay cierta división respecto a este efecto y también a la idoneidad de aplicar esta «excepción ibérica». El Ejecutivo asegura que hay mucho interés en Europa en ver cómo funciona el mecanismo hispano-portugués. A lo mejor la guerra de Putin fuerza a otros países a adoptar medidas parecidas. El tiempo lo dirá.